viernes, 31 de agosto de 2012

Sapos, principes, princesas


¿Existirá? La maldita curiosidad de conocer que nos deparará el futuro en el amor. Aquellos cuentos que nos leían nuestras madres cuando eramos pequeños de sapos que se convertían en príncipes cuando la princesa le daba un beso de amor. Historias en las que los finales siempre eran felices y comían perdices. ¿Me pasará eso a mí?. Yo no soy princesa. Tampoco busco un príncipe. Más bien busco un hombre que le guste mirarme mientras duermo y que le salga un esporádico "Buenos días princesa" al ver que entreabro los ojos. Que bonito suena. Demasiado perfecto. Yo creo que existe. Seguro que si. Pasaran muchos sapos y príncipes por nuestras vidas, pero llegará el momento adecuado en el que el hombre que te regale los oídos y que encima te los regale porque le sale del corazón, llegué a tu puerta.